La buena vida
En el sector inmobiliario siempre se ven las comodidades materiales como la primera prioridad para el cliente. Y aunque en 2024, esto sigue siendo una realidad, el mercado ha evolucionado para adaptarse a la necesidad de una “buena vida”, la cual trasciende el materialismo. Una vida donde los usuarios buscan una experiencia íntima, exclusiva y plena.
¿De dónde viene la búsqueda por una buena vida?
Se cree que la necesidad de encontrar una vida que satisfaga a las personas en todos los aspectos, no solo el económico, viene gracias a la pandemia. Durante este periodo de tiempo la humanidad se vio obligada a buscar placeres en los pequeños detalles. Detalles como una buena película, una canción que los mueva, una conversación memorable, y momentos que solo se podían apreciar en el hogar. A raíz de esto, se comenzó a atesorar la intimidad que un espacio le pueda proporcionar a alguien. Y surgió la interrogante de cómo esta intimidad se vuelve en experiencias únicas para el residente de un hogar.
La “buena vida” en el sector inmobiliario
En 2024, las desarrolladoras buscan crear espacios y entornos donde las personas encuentren un lugar que aporte a su calidad de vida y bienestar emocional. Para conseguir esto, se debe fomentar un sentido de pertenencia en una comunidad, y así, hacer que la experiencia del cliente sea enfocada a satisfacer sus necesidades individuales.
Así que, a partir de esta modalidad, los nuevos proyectos no solo incluyen mobiliarios de lujo, sino que también amenidades que todos los vecinos pueden disfrutar, alrededores naturales, espacios de convivencia, y más elementos que contribuyen a la construcción de un estilo de vida equilibrado.
Eso es la nueva “buena vida”, tener una existencia plena, respaldada por el entorno en el que nos encontramos.